Piero Barone y Michele Torpedine (Créditos: Piero Barone) |
El día 21 de agosto de 2017, Piero
Barone, acudió al Valle de los Templos en Agrigento, al sur de Sicilia,
acompañado de familiares, amigos y el manager de Il Volo, Michele Torpedine.
Este magnífico y único enclave de interés histórico-artístico, declarado Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco en 1998, es especialmente querido por Piero
puesto que su localidad natal, Naro, se encuentra en la provincia de Agrigento.
El Valle de los Templos con música del ballet
El cascanueces (Vals de las flores) de Tchaikovski
(Créditos: Piero Barone)
El Valle de los Templos (Valle dei
Templi en italiano) era una amplia zona sagrada situada al sur de la ciudad de
Agrigento en la que se construyeron siete templos griegos entre los siglos VI y
V a.C. La isla de Sicilia y el sur de la península itálica fue una zona
fuertemente colonizada por los griegos a partir del siglo VIII a.C., que
fundaron allí ciudades de gran desarrollo comercial, entre ellas Akragas
(Agrigento). Esta amplia zona del sur de Italia fue llamada posteriormente por
los romanos Magna Grecia y en ella
se conservan preciosos vestigios del arte y la cultura griega.
Piero Barone delante del Templo de la Concordia (Créditos: Piero Barone) |
De los siete templos griegos que se
encuentran en este enclave, el mejor conservado es el llamado Templo de la Concordia, que aparece a
la espalda de Piero y sus acompañantes en estas imágenes. El nombre por el que
conocemos este templo fue adjudicado también por los romanos, no por lo griegos que lo construyeron. Es un templo erigido en 440-430 a.C.,
en plena época clásica griega y, además de ser uno de los templos griegos
mejor conservados de la Antigüedad, presenta todas las características
arquetípicas del templo griego clásico: pronaos (vestíbulo delantero), naos
(capilla para el dios o dioses), opistodomos (vestíbulo trasero) y peristilo
(fila de columnas que rodea el templo). Está construido en orden dórico, es más
sencillo y elegante de los órdenes griegos, igual que el Partenón de Atenas,
como se puede observar en sus columnas robustas, sin basa y capitel sencillo,
así como en su friso decorado con triglifos y metopas. Los griegos,
obsesionados por la medida, la proporción, la simetría y la perfección en las
líneas, aplicaban a sus templos una serie de reglas para conseguir la belleza
perfecta, y en el Templo de la Concordia de Agrigento las podemos encontrar. La
proporción perfecta en los templos
rectangulares exigía que los laterales del
edificio tuvieran el doble de columnas más una de las que se levantan en el
frente. Esta regla se cumple en el Templo de la Concordia que presenta seis
columnas en el frente (templo hexástilo) y el doble más una en el lateral, es
decir, 13. El perfeccionismo griego llevaba a los arquitectos a intentar
corregir los defectos que se pueden producir en la visión humana, y para ello
en el Templo de la Concordia se disminuyó el espacio entre las columnas de las
esquinas y se aumentó el tamaño de las últimas metopas para conseguir un mejor
efecto visual.
Sin embargo, el aspecto de este monumento era muy diferente en
el s. V a.C. al actual, puesto que en origen estaba decorado con vivos colores,
al igual que todos los templos griegos.
Planta del Templo de la Concordia |
Templo de la Concordia |
A continuación incluimos un
reportaje emitido por Agrigento TV1 en el que se informaba de
un concierto de Il Volo celebrado en el Valle de los Templos de Agrigento el 20 de agosto de 2015.