lunes, 4 de septiembre de 2017

Piero Barone en el Valle de los Templos

Piero Barone y Michele Torpedine (Créditos: Piero Barone)
El día 21 de agosto de 2017, Piero Barone, acudió al Valle de los Templos en Agrigento, al sur de Sicilia, acompañado de familiares, amigos y el manager de Il Volo, Michele Torpedine. Este magnífico y único enclave de interés histórico-artístico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, es especialmente querido por Piero puesto que su localidad natal, Naro, se encuentra en la provincia de Agrigento.

 El Valle de los Templos con música del ballet
El cascanueces (Vals de las flores) de Tchaikovski
(Créditos: Piero Barone)

El Valle de los Templos (Valle dei Templi en italiano) era una amplia zona sagrada situada al sur de la ciudad de Agrigento en la que se construyeron siete templos griegos entre los siglos VI y V a.C. La isla de Sicilia y el sur de la península itálica fue una zona fuertemente colonizada por los griegos a partir del siglo VIII a.C., que fundaron allí ciudades de gran desarrollo comercial, entre ellas Akragas (Agrigento). Esta amplia zona del sur de Italia fue llamada posteriormente por los romanos Magna Grecia y en ella se conservan preciosos vestigios del arte y la cultura griega.

Piero Barone delante del Templo
de la Concordia
(Créditos: Piero Barone)
De los siete templos griegos que se encuentran en este enclave, el mejor conservado es el llamado Templo de la Concordia, que aparece a la espalda de Piero y sus acompañantes en estas imágenes. El nombre por el que conocemos este templo fue adjudicado también por los romanos, no por lo griegos que lo construyeron. Es un templo erigido en 440-430 a.C., en plena época clásica griega y, además de ser uno de los templos griegos mejor conservados de la Antigüedad, presenta todas las características arquetípicas del templo griego clásico: pronaos (vestíbulo delantero), naos (capilla para el dios o dioses), opistodomos (vestíbulo trasero) y peristilo (fila de columnas que rodea el templo). Está construido en orden dórico, es más sencillo y elegante de los órdenes griegos, igual que el Partenón de Atenas, como se puede observar en sus columnas robustas, sin basa y capitel sencillo, así como en su friso decorado con triglifos y metopas. Los griegos, obsesionados por la medida, la proporción, la simetría y la perfección en las líneas, aplicaban a sus templos una serie de reglas para conseguir la belleza perfecta, y en el Templo de la Concordia de Agrigento las podemos encontrar. La proporción perfecta en los templos
Planta del Templo de la Concordia
rectangulares exigía que los laterales del edificio tuvieran el doble de columnas más una de las que se levantan en el frente. Esta regla se cumple en el Templo de la Concordia que presenta seis columnas en el frente (templo hexástilo) y el doble más una en el lateral, es decir, 13. El perfeccionismo griego llevaba a los arquitectos a intentar corregir los defectos que se pueden producir en la visión humana, y para ello en el Templo de la Concordia se disminuyó el espacio entre las columnas de las esquinas y se aumentó el tamaño de las últimas metopas para conseguir un mejor efecto visual.
Templo de la Concordia 
Sin embargo, el aspecto de este monumento era muy diferente en el s. V a.C. al actual, puesto que en origen estaba decorado con vivos colores, al igual que todos los templos griegos.

A continuación incluimos un reportaje emitido por Agrigento TV1 en el que se informaba de un concierto de Il Volo celebrado en el Valle de los Templos de Agrigento el 20 de agosto de 2015.


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